

Las pulgas son parásitos externos hematófagos de diversos animales y humanos y pueden ejecutar saltos largos en proporción a su tamaño, pudiendo así alcanzar fácilmente a nuevos huéspedes, gracias a que en sus articulaciones poseen resortes de la proteína más elástica conocida, la resilina, igual que otros insectos como saltamontes y langostas. Se conocen unas 1900 especies, varias de las cuales pueden transmitir enfermedades diversas, como el tifus, la peste negra o bubónica, o las tenias.